Eras la boina gris y el corazon en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepusculo.
Y las hojas caian en el agua de tu alma.
Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogian tu voz lenta en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardia
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pajaro y corazon de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caian mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navio. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es luz, de humo, de estanque en calma!
Mas alla de tus ojos ardian los crepusculos.
Hojas secas de otoño que giraban en tu alma.
Neftali Ricardo Reyes Basoalto
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